Para quienes no gobiernan para todos…
A la paz de la vida cantaba un ruiseñor…
-No hay vida si no hay paz en el interior.
Un gorrión le respondió:
-Verdes y de oro son las siegas del corazón de quien a todos gobierna sin tener en cuenta su color.
Entró en escena un negro cuervo, tizón como el carbón.
-Sin odio no hay división y sin ella ni gestas ni cestas que llenar.
Una cotorra a base de graznidos le vitoreó, pero fue un bello cantor, mirlo blanco como los de antes quien a base de dulces corcheas sostenidas, bien armadas y fusas sin confusas…, cerró la función.
“Quien divide poco vale, pues quien sabe a todos defender sin tener en cuenta su razón, es líder grande de toda la población, sin embargo las alimañas son presa del odio y avaricia que su pecho encierra y con el tiempo…, carne de su misma guadaña y suerte de cañón”.