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¡FELIZ, NAVIDAD!

24 de Diciembre de 2018

Para que no se pierda ese oro entregado en hacer llegar la paz, prosperidad y el amor a todas las personas.

¡¡¡FELIZ, MUY FELIZ NAVIDAD!!!

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Desde el alma Mis novelas Relatos Sátira

Como la vida misma

“Como la vida misma”

Un día de cualquier mes del año un coche circula a toda velocidad por la antigua N-2.

El piloto viaja en el tiempose comunica con su yo en el futuro, deja huella en objetos que anima y da vida y sigue su camino yendo desde el pasado al futuro y al presente.

Por el camino se detiene para contemplar la fauna que tanto nos hace daño. Expone las realidades que duelen a uno y otro lado satirizando la escena en una fábula, nadie le hace caso, no es suficiente. La vida ha cambiado tanto desde entonces que decide recrear el Jardín del Edén tal y como lo ve ahora dándole un buen toque al brandy Soberano. Tantea y se va de viaje por tierras andaluzas para descubrir la gloria.

A la vuelta se detiene en la misma villa que antaño descubrió y…

“Como la vida misma” es un libro para disfrutar de 22 relatos, unas veces crónicas y otras sátiras y realidad de la vida donde el humor y la ironía son el ingrediente natural de esa cocina.

Si deseas adquirirlo en papel o formato electrónico… pincha aquí. 

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Desde el alma El espejo Relatos

El transeúnte

Tierno y lánguido yace el camino, amargo y sin alma. Campos de amapolas lucen de rojo teñido el duelo del alba. Solo un pasajero llora en silencio mientras anda el vació.

-Sube al tren de la vida, escucha el amanecer del próximo día. –La voz que le acompañaba.

Cansado y cabizbajo andaba, monotonía que cumplía como promesa al viento que en unas le refrescaba y en otras la sangre helaba.

Un candil al final midiendo el tiempo y espacio sin cambiar la distancia, el eterno viaje de quien no tiene esperanza y sin embargo por tesón, no arroja la toalla.

-Sigue, ya llegará, el destino con otro cuento y buen retoque final –se decía.

El transeúnte de a ninguna parte a la luz del alba cada día llegaba con la misma agonía.

-¡Qué ironía!, siempre brilla el sol, no me calienta y luego da paso a la canícula y al frío intenso que ni siento ni padezco.

-Sube al tren de la vida –vuelve a escuchar en sus adentros.

Mira al cielo, agacha la testa y a su lado contempla el yelmo de un espíritu muerto, descubre que allí nada queda, salvo una senda errada y el fétido olor de un cuerpo descompuesto.

-Cuánto tiempo ha transcurrido y ahora me doy cuenta.

Al fondo aparece un destello, una intensa e inmensa luz ilumina la llanura, le llama sin decirle nada, él sin embargo escucha…

-Sube, sube al tren de la vida.

23 de diciembre 2018

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Crítica Mis novelas

Última crítica a “El Duque del Altozano” ¡Sin desperdicio!

Última crítica a “El Duque del Altozano” ¡Sin desperdicio! y no es broma. Lean juzguen y luego, si les place lo que han visto, decidan.

Lo he publicado aparte por la sorpresa que me he llevado, no sabía nada. Si después desea comprarlo en directo, fcotta63@gmail.com  ver más aquí

Crítica en La Buhardilla del Encanto.

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Crítica Sátira

Érase una acaldesa de caradura armada…

Navidades de 2018 en Madrid

Érase una alcaldesa de caradura armada, de ideas con brotes y de brotes sin ideas que al pueblo a base tiña embaucaba.

Dominadora de fieras en jaulas de otros tiempos y ahora regente y por sus talentos, quiere a los de la villa como si de villanos se tratara. Ahora les obliga a ir en una sola dirección para sentir en sus fueros la imperiosa necesidad de palpar y demostrar cómo se trata al ganado y humilla al cordero, sin saber que los gatos tienen siete vidas bien paridas y no la de una…, de mal agradecida.

Multar a quien no obedece por ir andando en otro sentido, su mayor y mejor regalo a unos lugareños siempre agradecidos, ahora por el centro de Madrid no te des la vuelta, si lo haces eres lobo, no oveja y estos menesteres nada gustan a la fiera.

Al cielo ya no irán esos ganaderos que por ciencia no saben inculcar, sino ordenar y mentir a boca llena con gentiles apariencias mientras por esas esas lenguas, sueltan fétidas desvergüenzas ya descubiertas.

“Sabido es que, quien a todos quiere controlar a la gran mayoría se va a enfrentar”.

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Desde el alma El espejo Mis cosillas

No hay Don sin…

No hay Don sin…

Agradecido es todo cuánto se pasa por mis sesos, el participio de un verbo que de por sí narra uno de los más puros y altos sentimientos. ¡Sí!, agradecido a la vida por cada uno de los detalles que cada día regalan las estaciones del año. A la esperanza y a los sueños, a las realidades nunca esperadas, al confín de cada punto de todos los horizontes, y cómo no…., ¡al arte!

Al arte de quien por amor comparte y reparte pensando siempre en todos en lugar de en sí mismo, como el Bueno de Guzmán, o Guzmán el Bueno, la entrega de uno en beneficio de todos, o el magno y excelso de Don Pedro, el de Guzmán de México, artista de talento privilegiado que con ese otro “Don”, nos coloca en una compleja situación. Ahora y gracias a él, todos somos Quijotes, andantes damas y caballeros donde el honor es lo primero, que de la honra…, ¡ya, ya hablaremos!, si de lujurias se tratare, ¡por supuesto!, pues no hay mejor camino. Unos vinos, el roce, goce y…, y hasta las tantas contando las estrellas mientras el sol aguarda el nuevo y añorado destino, otra camarada y a vivir el cuento que no se creen ni mis propios caprichos.

Va y viene, va y viene…, ¡vaivenes quisiera, pardiez!, pero de amoríos, unos van otros vienen y jamás nos falte el desvarío. Dulzura y pegamento a base de cariño, consuelo de a pares de corazones, risas por compañía entre nuestros fogones, aplausos a pechos descubiertos, gritos de placer llenos de razones y de resultado siembras de blanca escarcha ente balcones.

Pero no, no caen las brevas de tantas flores, uno se empeña en donar la simiente con celo y sin médicos a dos y mil piernas si necesario fuere, sin pedir nada por ello…, y no, ¡no vienen!

Entender quisiera el humano comportamiento del que tanto da y tan pocas lozanas quieren, ¡no lo entiendo!, menos aún con la calidad del zumo donante, unas a reservas de buena vid sabe, otras a frutas del bosque, arándanos, cerezas y su flor, ¡qué bella, coño!, y yo aquí escribiendo en lugar de ir buscando los vértices unidos de los catetos para calibrar el ángulo perfecto del éxtasis final.

Platero se llama mi compañero de batallas, Capitan Trueno es su alma, Jabato ahí se quedó, todos varones, ¡leches!, y yo, quiero, ¡quiero a Sigrid! y muchas como ella, el próximo no será un coche o carro ¡leches!, será una cocha o carra, a ver si de esta manera y siendo féminas las ruedas vienen las rosas, amapolas, el aroma del azahar y jazmín y el loto, ¡rayos!, esa no, es varón, mejor que sea la hermosa, bella y maravillosa…, ¡lotería!

Con todo ello les digo a ustedes caballeros y a ellas, dulces siluetas de amor repletas, que… no hay Don sin su sabia, ni sabia sin su Don, sino vacíos maltrechos…, por el corazón un varón anda derecho y la damisela siempre manda por decreto y derecho.

A viva voz…

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Fábula

A los dividendos…

A los dividendos decirles quiero que…

Nunca fueron buenas ideas las que destruyen otras que antes se andaron. Duras consecuencias acarrean, pues “quien deshace lo hecho y cree que por derecho, carga sin compensar el peso”. Pero si es cierto que de vez en cuando o de cuando en vez,  “necesario es aligerar y liberar para equilibrar las alforjas del burro, que dos son y sin conocimiento o rompe la espalda o de costado y bruces se estampa”. Por ello “eliminar parte del equipaje y dejar al animal en su justa medida le hará vivir de nuevo creyendo ser corcel en lugar de asno reconocer”.

A viva voz

A la paz de la vida cantaba un ruiseñor.

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Crítica Fábula

A la paz de la vida cantaba un ruiseñor…

Para quienes no gobiernan para todos…

A la paz de la vida cantaba un ruiseñor…

         -No hay vida si no hay paz en el interior.

         Un gorrión le respondió:

         -Verdes y de oro son las siegas del corazón de quien a todos gobierna sin tener en cuenta su color.

         Entró en escena un negro cuervo, tizón como el carbón.

        -Sin odio no hay división y sin ella ni gestas ni cestas que llenar.

        Una cotorra a base de graznidos le vitoreó, pero fue un bello cantor,  mirlo blanco como los de antes quien a base de dulces corcheas sostenidas, bien armadas  y  fusas sin confusas…, cerró la función.

        “Quien divide poco vale, pues quien sabe a todos defender sin tener en cuenta su razón, es líder grande de toda la población, sin embargo las alimañas son presa del odio y avaricia que su pecho encierra y con el tiempo…, carne de su misma guadaña y suerte de cañón”.

A viva voz

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Desde el alma El espejo

Solo hay un dueño del tiempo… El tiempo

A Enrique Laso y tantos como él

En el dolor del desconsuelo de quienes sufren el desamparo me encuentro. La evidencia de quien por ser, vuela por sus propios fueros, áurea de quien no entiende que el tiempo, solo tiene un dueño.

Sufro no por quien se fue, sino por los que están aquí dentro, en un corazón duro como el acero ante todo, menos al sufrimiento ajeno.

No soy quien para juzgar, en especial si no entiendo, pero sí como humana persona cuando veo que alguien por ser, de manera voluntaria recorta su estancia, porque quien lo hace con premeditación y alevosía, sabe lo que hace, en especial si luego deja un mensaje que implique a que le sigan.

La vida no es fácil, está llena de baches, curvas e impedimentos, pero en cada esquina, cuando lo quieres ver…, hay un sonrisa, y si no, una flor o árbol que te da cobijo, la misma sombra de un ser inerte que te ofrece la sombra en verano, el portal que te protege de la lluvia en invierno, el aroma de los perfumes, del café, unos churros, chocolate, siempre hay vida cuando quieres sentirla.

Y si ya no puedes ver los manantiales del universo siempre queda lo único, la cosecha que ahora es el resultado de tu siembra, un hijo, y si aún así preparas tu salida…, es que pensabas que solo existías tú en el firmamento.

El cielo tiene luceros, estrellas para el viaje, las que se fugan quedan en un simple destello, de ellas…, nadie sabe

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Desde el alma El espejo Mis cosillas Poesía

A vuestra merced, ¡mi pecho!

Hoy escribo a la esperanza,

al desengaño de  mis sueños,

al llanto amargo del tupido velo.

Hoy canto a las estrellas a la fe y su bonanza.

Gotas de sangre en la almohada,

zumo que agota hasta el silencio,

lágrimas que brotan y no salen del hospicio

de castillos inauditos de una noche soñada.

Son los latidos que en mi pecho rompen

cual crujido de un árbol herido

de quien por amar, su cuerpo corrompe.

Danzad luna, marte, júpiter, danzad a mi vuelo,

dejadme salir de éste, mi entierro

para volver a sentir un árbol nuevo.