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Desde el alma El espejo

El tubo


El tubo

Son las horas, cuartos, minutos y segundos

el tiempo en el tubo del virus

esperas entre miedo al miedo.

Cruzo el alba de la oscuridad

la luz en las penumbras de bombillas

humanizan los metros bajo tierra

durante el pavor al entrar

y la esperanza de volver a salir.

Cada día el mismo hechizo de suerte,

crece el silencio entre el ruido

de raíles de carnes prietas

al paso de un cilindro  

pleno y lleno en unas,

o vacío de confianza en otras.

En la calma ruego

en el pudor de mis terrores

que llegue pronto a todos los destinos

y el universo no deje subir

la guadaña segadora de aire

oxígeno a los pulmones

y nos deje ir por viento fresco

de levante hasta poniente,

por barlovento o sotavento,

con los trapos abiertos

trazando aguas bravías con acierto

para volver a ver otras flores abrir sus pétalos

sentir la brisa del aire en la mañana

o el azahar al abrir las ventanas.

Es el tubo del tiempo muerto,

transporte de carnes apretadas,

vehículo en la superficie

del mar de los silencios.

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Desde el alma Mis cosillas

A veces…

Si quieres escucharlo…, pincha aquí

A veces y sin saber porqué, se cruza una flor en tu camino. En ese momento los sentidos afloran tal cual la primavera. Las mañanas huelen a azahar, los medios días a rosas de pasión, las tardes te traen los claveles y las noches…, el jazmín de la entonación.

Es invierno y no lo sientes. La peor de todas las comidas contiene el sabor de los milagros. Llueve y no te mojas. Te cae un rayo encima y en lugar de abrasarte, te convierte un candil en la oscuridad. Escuchas las noticias y todas son buenas. La música salida de la radio está hecha para tus oídos. Nieva con intensidad y solo ves margaritas dejándose llevar al amparo de la brisa del mar. Llega la canícula y siempre estás fresco, todo sonríe en esos momentos, incluso las matrículas de los vehículos te envían las mejores melodías para darte aliento. Es la euforia de un corazón desatado con la fuerza de los mil vientos.

Pero…, pero cuando desaparece, las mejores canciones son cacofonías salidas del infierno. El sol no brilla y cuando le miras de frente, ¡quema! La luna está triste, el café sabe al color de la desesperanza, la melancolía se torna amarga, tanto que te lleva el destello de la muerte.

Y la soledad…, ahí sufres el alma cuando se va del cuerpo y deja la botella vacía, incluso el cielo se apaga, no tiene estrellas.

Es el fin, la frontera entre el tiro y no puedo, el puedo y no tiro de la vida, la intensidad  de las emociones salidas de los vaivenes de otros tiempos, hojas caducas y marchitas en el suelo, es el momento del suspiro, la eterna lucha con uno mismo, el sustento y preaviso de la sensatez del insensato, y un espejo…, un cristal sin reflejo.

¡Tengo el pecho hueco!, ese mismo que un día abrí a los pétalos de la esperanza, un  vacío que enturbia mi ser y acongoja a la suerte, el desierto de la fe, ilusión sin contenido…, y el olvido.

Pero lucho, sigo con la constancia de las derrotas sin sangre, pero de cicatriz inolvidable, camino hacia delante ausente al entorno, pero con horizonte, pendiente del instante en que el firmamento me devuelva el aroma de la vida y de nuevo, sin miedo, cuando llegue la estación de los sabores, oler las flores y coger con fuerza otra rosa con, o sin espinas para volver a sentir el canto de los pájaros al amanecer, el batir de las alas de las mariposas, el cortejo de a la añoranza de esos tiempos…, en el que el corazón dejó de latir.

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A ellas Flores Poesía

Orquídea

“Orquídea”

Bella entre ellas,
de dulzura repleta,
pétalos y amor por meta.
flor y mensaje en una botella.

Hermosa entre las flores,
distinguida por los corazones,
de ambas razones,
y húmedos colores.

Sensual en su misma presencia
épica, lozana e irresistible,
añorada e incomprensible,
muñeca en su esencia.

Clama al cielo de los fogones
llama a la pasión sin antojo,
ternura y razón sin despojo,
elixir de vida y pureza, sus razones.

Del alma sales, orquídea de mi vida
de la tierra, nuestra madre,
del amor de nuestro padres,
del sexo y su bienvenida.

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Desde el alma Poesía

Mudo…

“Mudo…”

A viva voz…

Mudo quedé de palabra y tinta,

mudo ante el abismo,

ante ti, querida abuela,

mudo ante la sentencia.

Te fuiste cual golondrina,

a ocupar otros campos y jardines.

En esta ocasión, querida amiga,

a tu puesto en el firmamento.

Lucero en la vida, y por el reglamento,

volaste a los confines del universo…

La hora no estaba escrita y sin embargo…

el momento apropiado.

Entre dulces suspiros acuñaste la cabeza,

entre esos instantes de gloria,

te despediste,

incluso batiste las alas, querida Josefa,

flotando entre dimensiones de vida,

para acercarte a decirme…

¡Fernando!, tú siempre has sido mi yerno.

¡Ay, suegra de mi vida!,

abuela de mis hijos,

corazón del mío pecho,

¡cómo me duele ese viaje!

Dios te tenga donde quieres,

yo te tengo….

donde siempre has querido, abuela,

en éste, tu corazón

para ti…

siempre abierto.

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Desde el alma Mis novelas Relatos Sátira

Como la vida misma

“Como la vida misma”

Un día de cualquier mes del año un coche circula a toda velocidad por la antigua N-2.

El piloto viaja en el tiempose comunica con su yo en el futuro, deja huella en objetos que anima y da vida y sigue su camino yendo desde el pasado al futuro y al presente.

Por el camino se detiene para contemplar la fauna que tanto nos hace daño. Expone las realidades que duelen a uno y otro lado satirizando la escena en una fábula, nadie le hace caso, no es suficiente. La vida ha cambiado tanto desde entonces que decide recrear el Jardín del Edén tal y como lo ve ahora dándole un buen toque al brandy Soberano. Tantea y se va de viaje por tierras andaluzas para descubrir la gloria.

A la vuelta se detiene en la misma villa que antaño descubrió y…

“Como la vida misma” es un libro para disfrutar de 22 relatos, unas veces crónicas y otras sátiras y realidad de la vida donde el humor y la ironía son el ingrediente natural de esa cocina.

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